En la navida esta vino Papá Noel y después que se metió por el respiradero del calefón, bueno, qué se yo, nos dio un poco de lástima, pobre (encima me había traído justo lo que andaba necesitando, un pantaloncillo con trompita de elefante!!!!!). Nos copamos y le dimos un poquito de sidra, que estaba medio deshidratado, ya, de tanto cambio de clima. Y parece que le gustó, porque el loco se agarró un pedal que... bueno, mirá cómo terminó.
Esto fue a las 12:25, casi, así que imaginate cómo terminamos la noche. ¡¡¡Nooooo!!! Estaba re limado el loco. Era el peor de la banda, después. Esta la sacamos en el fondo de la casa de Giuseppe, que estaba re raro. No te imaginás vos. Pero tuvimos un problema. Los pibes querían a Papá Noel, que estaba re pasado de todo, para esa altura, entonces, bueno, nada, se me ocurrió ponerme el disfraz yo, total les daba unos regalitos rápido y al toque estábamos de parranda con Papá. Jodiendo, jodiendo, uno de los chicos entró al baño mientras me cambiaba la ropa y me sacó esta foto:
Y bueno. Tranquilas nenas, que hay Prospero para tirar para arriba como papelito picado!!!!! JAJajajAJa!!!!!! Cuando uno está tan bueno hay que mostrarse, ¿no? Es una cuestión de derechos femeninos.
Al final salimos y la pasamos joya!!!!!!! Papá, yo, el Julio, Martín, el Chueco y Pepinillo (no pregunten por qué se llama así). Llegamos a casa como a las 7, Papá con una morocha buenísima (y... las canas son poderosas, todos lo saben) y yo con una minusa que me había ganada gracias al regalito de Papá, y nos encontramos al amargo de Giuseppe, que se había quedado en la casa, así, como lo ven acá abajo.