FUERA DE SER VICIO

viernes, 1 de junio de 2007

Última entrada del diario de Giuseppe y, por lo tanto, de este blog

Curso de adolescencia acelerada (TP Nº 2: Afiche)



Alumno: Giuseppe Gaveta.
Aula A del tercer subsuelo sin ventilación de la facultad donde los alumnos caen desmayados por falta de oxígeno.
Legajo número: 83579/9.
Calificación: "Pibe, hacete un favor y no vuelvas más por esta cátedra".

viernes, 25 de mayo de 2007

Hoy se ha encontrado el cuerpo de Giuseppe abandonado al pie de una montaña del sur del país. Prospero está viajando hacia allí para reconocerlo. Se atribuye el deceso a inanición. Imagino que las marcas en sus muñecas azules pueden deberse a intentos de escapar de sí mismo en letras. Como sea, era fútil que viviera aquí.

¡Bien por el mundo!: ha perdido a un idiota imbécil de mierda.


... Shine on, you crazy bastard...







La luz que hay en la foto fue emitida hace más de 13.000 millones de años.
Cada punto de esta imagen es una galaxia. Cada una de éstas posee cientos de miles de millones de estrellas. Cada estrella tiene la posibilidad de albergar un sistema solar con planetas. Cada planeta es una posibilidad de que exista vida... Entonces, ¿qué importa que algo haya muerto? ¿Qué importa que alguien no haya sido feliz teniendo todo para serlo?


... Is the child grown? Is the dream gone? Am I too old? Is it too late?...

viernes, 18 de mayo de 2007

Entrada del diario personal de Giuseppe del 20-03-07

No dejó de parecerme que se sucederse,
su inmundo sucederse de pasos inauditos
que en cada piso levantaban elástico suicidio;
su hicidio y cocamitre antihuidobresca e hicieran
dondeeeeeeee no no no no no:---

domingo, 6 de mayo de 2007

NUNCA, SIEMPRE


¿Qué es esto?
Un nuevo día me roba.
Entre las sábanas aún,
sé cuán irremediable
mi situación es:
novato, pacato y barato,
ya sé que rebalsaré,
ya sé cuándo y por quién.
Y ya sé que no seré
nunca (nunca, nunca)
quien fui al nacer;
ya, ya mi muerte he de padecer.
Nueve o diez años
de inmensa reversa alegría,
nueve o diez mapas, también,
he recorrido con terror.

Mis pasos, desde la mañana,
resuenan en ecos infinitamente
punzantes, como rumores de sueños
enterrados, de campanas sordas.

Y una cara se asfixia en las sábanas
que conoce de memoria,
con una memoria en el cesto tapado.