La familia estaba en Mar del Plata, desahorrando el dinero en el preciso verano.
Mis viejos, mis hermanas, la tía Su, su bendito perrito Lorenzo, y yo. La convivencia en la casa rodante era una cagada pero a mí no me importaba porque estacionamos (¿dónde? No me lo van a creer!) en medio de la Varesse!. Sí, ahí nomás. Bueníiisimooo!!! Las veces anteriores siempre estaba ocupado ese lugar. Alta gracia tener el mar a pocos metros (salvo cuando llovía, que crecía y nos entraba hasta por el inodoro). Un día mi hermana Rosa quiere usar el baño, ¿no?, pero la tía se está maquillando. Ella se pinta mucho porque es medio famosa. Y como Rosita no puede aguantar demasiado sus... sus... (seamos educados...) Digamos tan sólo que no posee demasiada resistencia a la hora de luchar contra las fuerzas inmanentes de la naturaleza, esas que, a veces poco gentilmente y a menudo de manera irrefrenable, suelen acudir a ella como Musas y logran ahuyentar cualquier compañía que tenga al desnaturalizar la atmósfera a su alrededor con una caldeada brisa sórdida (la mayoría de las veces por lo menos). Además, el pancho que se había mandado le había caído como patada de monje shaolin taekondista cinturón negro decimotercero dan con botines con tapones de metal clavados de punta. La tía no quiere salir y le dice que aguante, que es bueno para el cutis. Pero Rosita (jajajajja, sí, el cutis le re da para hacerle caso a la tía) le pide de ir al baño y le pide y le pide y la tía Su nada (es temeraria). Pobre Rosita, tuvo que salir a la playa disparada como ñandú (¿Los ñandúes son rápidos, no? Y… deben ser porque si no ¿cómo hacen cuando quieren ir al baño y sus tías no los dejan? Jajajaaj… Uhh--- qué malo!!). Bueno, entonces, sale y deja la puerta abierta y venía un chiflete que te rompía el… (seamos educados)… un chiflete que te rompía el ansia de salir… Claro… …no el ojete, eh?! Estamos ahí y se escuchan ruidos raros desde el baño y la vieja nos dice que hace un rato atrás también. ¿Qué sé yo? Bueno, en diez minutos cae Rosa congelada pero sonriente y la tía Su dice con voz medio rara “Rosita, querida, ya salgo. Sólo me restan los labios”. Yo, como tenía los pies fríos voy a agarrar al perro para usarlo de alfombra pero no lo encuentro en ningún rincón de la casa. Le pregunto al viejo y tampoco lo había visto. Nadie. Violeta pensó de que si no se habrá ido cuando Rosita dejó la puerta abierta. Uh… Si la tía se entera, del disgusto que se pega se vuelve joven!!!! De pronto el ruido de nuevo. La vieja le pregunta a la tía Su si está bien y ella le grita fuerte que sí, pero que va a tardar un rato más porque no encontraba el brashin. Bue… más tiempo para encontrar al perro… Salimos todos al toque a ver dónde carajo se había metido. Todos gritando “Lorenzo, Lorencitooo, vení mi vida”, como la tía Su le grita. Pero no aparecía el hijo de puta. Nada. Volvemos con los mocos colgando de las bolas ya, porque bastante infladas las teníamos… Y se gira la palanca y sale la tía. UNA BARANDA A PERFUME!!!! AH!!!! (Ahí se nos derritieron los mocos). Le decimos “Tía, mirá, no te asustés pero…” Nos mira y dice “¿Qué pasa nene?” “Se nos escapó Berganza… digo Lorenzo” Y se nos ríe la tía. En eso vemos salir medio boludo del bañito al perro. Se daba contra las paredes, estaba medio como empastillado, ¿qué se yo? Nos dice de que está todo bien que no pasa nada. Bueno.
Esa noche salieron todos menos yo que me tuve que quedar a cuidar a Lorencito, porque él es muy delicado al frío porque tiene asma. Perro de mierda. Esa noche lo usé de fulbo ajjajajaja… Le dejé el hocico mirando para el otro lado aajajajjja
Mis viejos, mis hermanas, la tía Su, su bendito perrito Lorenzo, y yo. La convivencia en la casa rodante era una cagada pero a mí no me importaba porque estacionamos (¿dónde? No me lo van a creer!) en medio de la Varesse!. Sí, ahí nomás. Bueníiisimooo!!! Las veces anteriores siempre estaba ocupado ese lugar. Alta gracia tener el mar a pocos metros (salvo cuando llovía, que crecía y nos entraba hasta por el inodoro). Un día mi hermana Rosa quiere usar el baño, ¿no?, pero la tía se está maquillando. Ella se pinta mucho porque es medio famosa. Y como Rosita no puede aguantar demasiado sus... sus... (seamos educados...) Digamos tan sólo que no posee demasiada resistencia a la hora de luchar contra las fuerzas inmanentes de la naturaleza, esas que, a veces poco gentilmente y a menudo de manera irrefrenable, suelen acudir a ella como Musas y logran ahuyentar cualquier compañía que tenga al desnaturalizar la atmósfera a su alrededor con una caldeada brisa sórdida (la mayoría de las veces por lo menos). Además, el pancho que se había mandado le había caído como patada de monje shaolin taekondista cinturón negro decimotercero dan con botines con tapones de metal clavados de punta. La tía no quiere salir y le dice que aguante, que es bueno para el cutis. Pero Rosita (jajajajja, sí, el cutis le re da para hacerle caso a la tía) le pide de ir al baño y le pide y le pide y la tía Su nada (es temeraria). Pobre Rosita, tuvo que salir a la playa disparada como ñandú (¿Los ñandúes son rápidos, no? Y… deben ser porque si no ¿cómo hacen cuando quieren ir al baño y sus tías no los dejan? Jajajaaj… Uhh--- qué malo!!). Bueno, entonces, sale y deja la puerta abierta y venía un chiflete que te rompía el… (seamos educados)… un chiflete que te rompía el ansia de salir… Claro… …no el ojete, eh?! Estamos ahí y se escuchan ruidos raros desde el baño y la vieja nos dice que hace un rato atrás también. ¿Qué sé yo? Bueno, en diez minutos cae Rosa congelada pero sonriente y la tía Su dice con voz medio rara “Rosita, querida, ya salgo. Sólo me restan los labios”. Yo, como tenía los pies fríos voy a agarrar al perro para usarlo de alfombra pero no lo encuentro en ningún rincón de la casa. Le pregunto al viejo y tampoco lo había visto. Nadie. Violeta pensó de que si no se habrá ido cuando Rosita dejó la puerta abierta. Uh… Si la tía se entera, del disgusto que se pega se vuelve joven!!!! De pronto el ruido de nuevo. La vieja le pregunta a la tía Su si está bien y ella le grita fuerte que sí, pero que va a tardar un rato más porque no encontraba el brashin. Bue… más tiempo para encontrar al perro… Salimos todos al toque a ver dónde carajo se había metido. Todos gritando “Lorenzo, Lorencitooo, vení mi vida”, como la tía Su le grita. Pero no aparecía el hijo de puta. Nada. Volvemos con los mocos colgando de las bolas ya, porque bastante infladas las teníamos… Y se gira la palanca y sale la tía. UNA BARANDA A PERFUME!!!! AH!!!! (Ahí se nos derritieron los mocos). Le decimos “Tía, mirá, no te asustés pero…” Nos mira y dice “¿Qué pasa nene?” “Se nos escapó Berganza… digo Lorenzo” Y se nos ríe la tía. En eso vemos salir medio boludo del bañito al perro. Se daba contra las paredes, estaba medio como empastillado, ¿qué se yo? Nos dice de que está todo bien que no pasa nada. Bueno.
Esa noche salieron todos menos yo que me tuve que quedar a cuidar a Lorencito, porque él es muy delicado al frío porque tiene asma. Perro de mierda. Esa noche lo usé de fulbo ajjajajaja… Le dejé el hocico mirando para el otro lado aajajajjja
La tía Susana meditando sobre la resurrección del cangrejo en el programa de Grondona. ¡¡¡Una grande la tía!!!
[POSTED BY PROSPERO]
1 comentario:
muyy buen ala historia!!!! es real??? :P...
saca una segunda parte!!! q yo le paso la direccion a mis amigas...}
en serio, muyy bueno el blog en general...
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